Hallábame hoy taciturno y pensativo, dándole vueltas a lo de Túnez, a lo de Egipto y a lo nuestro, y no acababa de comprender cómo podemos estar tragando tanto en un país en el que nos las damos de amantes de la libertad y enemigos de las injusticias. ¿Cómo hemos ido dejando que la cosa, que empezó con dirigentes como Tierno Galván haya ido degenerando hacia un gobierno socialista entregado en cuerpo y alma a los peores designios capitalistas. No, no creo que sean estas palabras demagógicas, sólo hay que ver en qué situación están los trabajadores que no están parados, los que sí lo están, los jubilados ( no me refiero a Felipe González y a Aznar), los que nos jubilaremos; las personas con dependencia (y no me refiero a los dirigentes del Corte Inglés) y a las personas que podemos llegar a ser dependientes (miedo me da). Sólo hay que ver que la ley que regula las ayudas para la dependencia ha tardado más de 30 años en promulgarse y la ley que permite a los padres con hijos con enfermedades muy graves causar baja remunerada en el trabajo, eso sí pagada por el estado, no ha entrado en vigor hasta este año.
No, no voy a hablar de la congelación de sueldos de los funcionarios. No voy a hablar de los recortes salariales de los trabajadores de empresas concertadas ( escuelas, hospitales, transportes). ¿Alguien se va ha entretener en investigar cuánto dinero público reciben los dueños de las empresas concertadas, sin mover un dedo? ¿Alguien se va a cabrear ante el hecho de las inyecciones de dinero a los bancos para que no se hundan? ¿Se ha puesto a pensar alguien por qué no se inyecta dinero para que no se hundan los jubilados con pensiones míseras o los parados de larguísimo recorrido?Hallábame, pues, cabizbundo y sintiéndome jodido hasta lo más profundo de mi ser o no ser, cuando recibo un mail del Oriol hablándome de la revolución de Islandia. En este enlace podéis saber más sobre el tema:
http://nosinmibici.com/2011/01/23/2073/
Una vez más este chaval va por delante mío en la observación y crítica de lo que pasa a nuestro alrededor. Bueno, es normal, son ellos, los jóvenes quienes tienen que sacar este planeta de las cloacas en las que lo hemos metido los mayores con nuestra pasividad y nuestro aburguesamiento.
La cosa está así. Ya estamos viendo que, los jóvenes de Islandia, Túnez, Egipto... se han cansado de ver cómo se ríen los gobernantes de los ciudadanos tomándonos por idiotas.
La mecha está encendida. No creo que los jóvenes de este país tarden en mover ficha.
Y recordemos que la juventud es un estado de ánimo.
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