lunes, 12 de diciembre de 2011

UNA VIDA DE AVENTURAS: JACK LONDON (Por Juan Pe Ruiz)

Joder, Juanpe, no podemos decir que los autores que te gustan son personas que pasan por la vida sin pena ni gloria. En su mayoría sus vidas son tanto o más interesantes que las de sus personajes. Pero Jack London supera a cualquiera.

Escritor estadounidense, cuyo nombre correcto se afirma que sería el de John Griffith Chaney, nació en San Francisco en 1.876 y murió muy joven, con apenas 40 años, en circunstancias oscuras que apuntan al suicidio. Desde siendo apenas un adolescente entendió la vida como una aventura. Se enroló como marino, viajando a Japón y, a su vuelta a los EEUU, escogió el peor empleo que podría suponerse en la convulsa Norteamérica de finales del Siglo XIX: el de vagabundo. Era un socialista convencido y sus inquietudes políticas le reportaron no pocos problemas. También estuvo en Alaska, de donde se trajo incontables  historias de los fríos polares, para después plasmarlas en estupendas hojas de aventuras nórdicas.
Indagando por las redes de nuestro amado internet, leo esta interesante frase sobre él: “Su tesis general es la de que el ser humano no es bueno por naturaleza, y sólo los fuertes consiguen alzarse en la vida, que es dura; estos seres serán los que pongan los cimientos para una sociedad más justa”. No en vano, una de sus  principales obras es  “La llamada de la selva”  y otra de ellas más conocida quizás: “Colmillo Blanco”. Y así podríamos seguir con una largo etcétera, puesto que escribió alrededor de 50 novelas hasta que falleció en 1.916, probablemente por una sobredosis de morfina.
De este genial, duro y eléctrico escritor, de gran parecido físico a J.F Kennedy, me quedo con sus obras “Cuentos de los mares del Sur”, “El hijo del lobo”, “Aventura”, “El pueblo del abismo”, sobre la que dijo: “Es el único  libro que escribí con el corazón encogido y los ojos llenos de lágrimas”; y, por encima de todas, su última gran novela: “El peregrino de las estrellas”, mi favorita. La edición que tengo de ella es de la Editorial Valdemar, y el comentario sobre la misma en la contraportada me hizo no sólo adquirirla, sino leerla con fruición. Dice así: “Publicada un año antes de su muerte, “El peregrino de las estrellas” es una de las más grandes y emblemáticas novelas de Jack London. Darrell Standing, un profesor universitario injustamente encarcelado y condenado a muerte, redacta, mientras espera su hora en la horca, las experiencias vividas en la cárcel de San Quintín. Allí, en compañía de otros reclusos, es sometido repetidas veces al tormento del “jackett”, una especie de camisa de fuerza, hasta que aprende a aprovechar este sufrimiento para evadirse mentalmente de su doble confinamiento. En estos “viajes astrales”, Darrell Standing toma conciencia de sus vidas anteriores, los múltiples avatares de su espíritu a lo largo de los siglos, desde los albores de la humanidad hasta el miserable calabozo donde transcurre su última encarnación…”

Juan Pe Ruiz.

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