En estos turbulentos días
que estamos viviendo, la libertad de expresión en los medios de comunicación del
mundo se está poniendo a prueba. Está claro que lo que para unos medios es
justo, lícito, importante publicar, para otros no lo es y ahí está, creo yo, la
diferencia entre unos y otros.
La pregunta es: ¿se debe publicar cualquier noticia, cualquier opinión,
cualquier imagen que se produzca en el mundo para que sea conocida por todos
los ciudadanos?
En los últimos años hemos
podido asistir en directo a la crudeza de, por ejemplo, la guerra de Iraq.
Hemos podido ver cómo morían el periodistas como Julio Anguita Parrado o José
Couso asesinado desde un tanque tripulado por americanos mientras trataban de
hacer llegar al mundo occidental imágenes de lo que estaba pasando allí. Hemos
visto morir mujeres, niños, hombres, en cualquier enfrentamiento en África,
Asia, Europa. Hemos visto ajusticiar, en directo, a dictadores como Sadam
Hussein o Gadafi. En los últimos días hemos visto morir al embajador americano
en Libia asesinado en las revueltas producidas tras la proyección de una
película en la que se hacía burla del profeta Mahoma.
Se discute estos días
sobre la necesidad y oportunidad de la publicación de las caricaturas también
del profeta.
En mi opinión cuando
aparece en un tema la palabra libertad ( libertad de prensa, libertad de
opinión, libertad sindical…) debe ser respetada nos guste o no lo que venga en
el paquetito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario