jueves, 16 de julio de 2009

MÚSICA ACTUAL PARA OÍDOS “PURETAS”.


Todo ésto nace una tarde en mi habitación. Mi padre y yo charlamos sobre nada en particular sentados en mi cama, y decido ambientar un poco la plática con algo que nos suene a los dos igual de bien; darle a la conversación un fondo común. Al principio, el rasgado acústico no se le hace particularmente reconocible, le conozco lo suficientemente bien para saber que aún no sabe qué suena. El riff de guitarra, que se oye como en diferido, da paso a un solo tan bien encontrado que los dos pasamos a centrarnos plenamente en la escucha. Gilmour nos guía con cuatro notas, cuatro notas compuestas cuando yo todavía no había nacido. “How I wish you were here. We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year.”

Pink Floyd sirve de ejemplo, pero podríamos hablar de los Creedence, de Cohen, de Dylan, de Dire Straits. Para mi generación, o al menos para los adictos a la música de mi generación, es totalmente habitual recuperar los clásicos de nuestros padres. Les robamos sus discos, y los colocamos en nuestras estanterías. Pero qué pasa con el proceso inverso? Quién es el culpable de la falta de feedback? Tenemos nosotros poca capacidad divulgativa? O por el contrario están condenados nuestros padres a recuperar año tras año los clásicos que escuchaban cuando aún lucían patillas y campanas, porque no quieren escuchar nada nuevo?

Me propongo, mediante una serie de posts que iré publicando periódicamente, comentar una serie de discos que me parecen susceptibles de ser disfrutados con la misma intensidad por veinteañeros y cuarenta-cincuentones.

ENTREGA 1

Wilco – Sky Blue Sky

Música clásica americana, dicen los expertos. Música pensada, tocada, producida con savoir faire. Es imposible que no te guste Wilco si te gusta la música. Canciones sólidas, buenas melodías, guitarras en mayúscula. Wilco suenan a América en todos sus discos, aunque este sabor ha ido siendo más evidente en sus últimos discos. Sky Blue Sky, pese a no ser, a mi modo de ver, su mejor entrega, si que es la más accesible, apta para todos los públicos sin entrenamiento previo. Escuchad el solo de “Imposible Germany”, y sobretodo, para mí, las perlas, “Leave me (Like you found me)”, “What Light” y “Hate it here” donde Jeff Tweedy nos cuenta que de nada sirve hacer la colada, limpiar la casa y ordenar la habitación si ella se ha ido. “Cleaning up things doesn’t change anything”.
Acudid a www.spotify.com para escucharlo.
Continuará...

Oriol Ocaña Mariné

No hay comentarios:

Publicar un comentario