Como muchos nos temíamos, las primeras víctimas del caso de doping de algunos deportistas, están ya apareciendo. El lunes pasado, un ciclista, Alberto León, aparecía muerto en su domicilio, víctima, seguramente de un suicidio. Tal como nuestra colaboradora Marta nos decía en su artículo de 21 de diciembre de 2010, Fomentar la idea de que el dopaje es algo inherente al deporte de élite tiene un gran riesgo para los deportistas que aspiran a llegar a la cumbre.
Lo que ella no podía pensar es que ese riesgo fuera tan alto.
Un deportista no es un político que es capaz de soportar cualquier presión para mantenerse en la poltrona. Los deportistas suelen ser persona muy responsables y entregada y, el hecho de verse involucrados en noticias de este tipo puede llevarlos a tomar decisiones muy drásticas.
No se trata de defender a los que se saltan las normas, pero sí de que los que dirigen las federaciones sean lo suficientemente vigilantes para que no se den casos de dopaje que, muchas veces, vienen provocados por la exigencia a la que tienen que llegar los atletas movidos por las expectativas tan altas que los medios y los aficionados tienen de ellos.
Seamos prudentes y racionales.
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