miércoles, 29 de febrero de 2012


Las manifestaciones convocadas por los estudiantes universitarios de toda España ha sido seguida por miles de estudiantes de todas las ciudades. En Valencia bajo el grito de ¡se acabó la indiferencia! se han manifestado unos 20.000 estudiantes.
Hoy los chavales se han echado a la calle a manifestar su desacuerdo con las leyes que quieren echar por tierra tantos años de lucha para conseguir que el trabajador, que sus hijos y los hijos de sus hijos tengan un futuro que tendrá muchos y muchos defectos, pero que no será de miseria.
Se han echado a la calle para demostrar a esos políticos, los de ahora y los de antes que no son idiotas y que no se tragan que aumentando la miseria se saldrá de la miseria.
Se han echado a la calle para demostrar que hay una juventud que piensa, que lucha, que quiere estudiar para aumentar sus conocimientos y hacer que el mundo avance en un sentido positivo.
Se han echado a la calle, creo yo, para demostrar a sus abuelos y a sus padres, que tanto lucharon por conseguir mejoras sociales, que no se van a estar parados mientras esos miserables, iluminados, hipócritas, petulantes, egoístas, políticos (porque la palabra político sólo tiene, ya, un valor peyorativo), lo tiran todo por la borda en aras de una salvación nacional que sólo ellos entienden (¡coño, qué frase más larga me ha salido!).
Es que estos tíos me encienden…
Pues nada, chicos, felicidades por la lección de solidaridad que lleváis unos días dando ante los ataques de la policía a sus enemigos y a ver qué hacemos ahora los mayores y vosotros, todos juntos, para defender nuestros ideales.

viernes, 24 de febrero de 2012

EN LA VIGILIA DE OTRA CHARLOTADA EN MALLORCA...

Mi buena amiga Reme, la más fiel seguidora de erBlons y el Rafi, me manda estos chascarrillos que corren por internet:



miércoles, 22 de febrero de 2012

¿EL ASESINATO COMO “UNA DE LAS BELLAS ARTES”? por Juan Pe Ruiz

Con cada nuevo descubrimiento, Juan Pe me sorprende más. ¿Cómo puede una persona tener tanto interés por descubrir cosas nuevas? Pues muy sencillo, todavía quedan muchos que no vivirían si no fuera por aprender cada día alguna cosilla más. Gracias por tu ejemplo, Juan Pe.

Leyendo un día un magnífico libro llamado “La sombra del asesino”, que comprende los mejores relatos de crimen y misterio aparecidos en la editorial Valdemar, di, en su página 43, con un corto pero interesante relato de un escritor hasta entonces desconocido para mí: Thomas De Quincey. El título del mismo no era lo interesante: “El crimen de los Marr”, pero sí de donde procedía, esto es, de un libro del mismo autor denominado: “Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes”. Tanto me llamó la atención el título, por extravagante, que no dudé en adquirirlo, máxime cuando descubrí que, además, incluía otros ensayos literarios. Soy fiel seguidor de la literatura policíaca, pero también de los escritores de ensayos; y aquí tenía una condensación perfecta en ambas facetas literarias.
            La traducción y el prólogo corresponden a José Rafael Hernández Arias, y comienza así: “Cuando se menciona el nombre del escritor inglés Thomas De Quincey (1785-1859), casi siempre se hace en relación con el consumo de opio y con la deslumbrante elaboración literaria de su adicción. No se puede negar que su fama se ha debido en parte a esta circunstancia; su exploración de los estados alterados de conciencia y su lucha por dominar una imaginación desbocada que le llevaba a la locura, han conmocionado y fascinado a sus lectores durante más de un siglo. Pero la obra de De Quincey no se reduce, ni mucho menos, a un brillante testimonio sobre los dolores y placeres provocados por el  consumo de una droga; en realidad posee un calado y una repercusión que la convierten en imprescindible para comprender en su plenitud la historia del pensamiento europeo”.
            Dice la contraportada del libro que es “un sutil ensayo en clave de humor  sobre filosofía estética y moral”. Y así es. Antes de adentrarse en los asesinatos cometidos por John Williams, un londinense que, en diciembre de 1782, “acabó con dos familias, y a todas sus víctimas, que ascendieron a siete, les cortó la garganta”, De Quincey nos hablará con sarcasmo (“¡Qué gloriosa pléyade de asesinatos!”, llega a decir), sobre diversos consumados: “el de Guillermo I de Orange”, “el de los tres Enriques franceses”, “el de nuestro Duque de Buckingham”, “el sexto, Gustavo Adolfo; y el séptimo, Wallenstein”, y sobre otros que quedaron en intento de ello: a los filósofos Descartes y Kant, entre otros, con incontables referencias a los clásicos griegos y romanos.
            Navego por internet en busca de más información sobre este ensayo y encuentro un extenso y magnífico estudio llamado “El crimen como hecho estético”, sobre la vida y obras de De Quincey, elaborado por un tal Fernando Báez, del que extraigo lo que sigue: “Este párrafo y muy en particular todo el libro de De Quincey demanda, a mi juicio, una reflexión que justifique por qué podemos postular una estética del asesinato. Y antes he preguntado: ¿Cómo podemos admirar estéticamente algo que condenamos moralmente?. Cualquiera de los que me escucha, y mismo, podría sentir un impulso homicida dentro de unas horas, dentro de unos minutos, dentro de unas semanas o años. Vale, por tanto, la pena, repensar este tema a partir de una discusión como la que plantea un autor inglés, para más señas romántico, en el Siglo XIX, siglo donde comienza verdaderamente esta sensibilidad ante el horror. De Quincey, y es bueno señalarlo, anuncia con su ensayo, lo que Edgar Allan Poe, en los Estados Unidos, inició: una literatura policial y una literatura de horror puro. Chesterton, por ejemplo, decía: “el criminal es el artista; el detective, el crítico”. El problema es que, como se trata de un asunto que nos toca muy de cerca, no podemos ser superficiales en esta reflexión. Al llegar a este punto, aconsejo seguir a Hermann Hesse, quien colocó en la puerta de su casa un letrero para las visitas que decía: “Que no entre nadie que no haya estado en el límite de la muerte”.”
            Cito, antes de terminar, dos obras también interesantes de este escritor: “Los últimos días de Emmanuel Kant” y “Las confesiones de un inglés comedor de opio”. Y, acabando ya, vuelvo a Hernández Arias, que nos dice cosas tan enigmáticas de De Quincey: “Durante su vida sufrió duros golpes del destino, pero nunca traicionó su vocación, a la que sacrificó el bienestar y la salud. Su personalidad, por este motivo, es posible que se torne cada vez más enigmática, y por mucho que se profundice en sus motivaciones, me temo que seguirá siendo un misterio cómo semejante devorador de libros logró compaginar una obra tan prolífica con una avidez intelectual que sólo se puede calificar de monstruosa”.

Juan Pedro Ruiz.

lunes, 20 de febrero de 2012

EL JUEZ GARZÓN EXPULSADO Y LOS ESTUDIANTES VALENCIANOS VAPULEADOS.


Las imágenes no dejan margen al error. Por mucho que el jefe de la policía valenciana y la delegada del gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León, digan que la actuación de los polis ha sido proporcional a la de los estudiantes, una vez más la represión ha sido a mala leche (¡mira que les gusta atizar a los que no pueden defenderse...!)
Yo creo que los miembros del 15-M catalán debieran acercarse a explicar a los chavales valencianos que protestan por los recortes en educación y por las cargas policiales de días anteriores, que deben ser más cariñosos con los defensores del orden y la ley.
No creo yo tengan muchas ganas los alumnos valencianos de provocar a los señores guardias, más bien habría que valorar la madurez de estos chavales que son capaces de darse cuenta de que lo que los de arriba quieren es ir acabando con todos los beneficios que una educación y una sanidad para todos, pueden aportar a la sociedad española de radiodifusión, (¡uy!, no, de radiodifusión no, que me embalo y no sé ni lo que me digo).
Bueno, a ver si los compañeros del resto del estado salen en defensa de sus colegas de Valencia. Sí, ya sé que pronto empezaran los mandamases a decir que se han involucrado grupos antisistema, pero algo habrá que responder ante las agresiones policiales, ¿no chavales?
¡Ah!, por lo visto no todos los manifestantes eran alocados chiquillos, también, personas mayores que no pudieron contenerse ante las agresiones a los jóvenes.
¡Ah!, y Rajoy dice que los españoles quieren la reforma laboral. ¡Je, je, que cabrón! Nos lee el pensamiento.

lunes, 13 de febrero de 2012

“EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS”, DE JOSEPH CONRAD

No creo que las salvajadas que el hombre blanco, rico, realiza en los países que hoy en día coloniza, sean menos atroces que las que narra Joseph Conrad, querido Juanpe. Siempre vamos a parar al mismo principio: “homo homini lupus est” (la madre que lo parió).
Os dejo con este ensayo de Juan Pe:

Queridos lectores, hoy os presento la obra cumbre de otro escritor de aventuras y viajes, Joseph Conrad. Conrad (1857-1924), nacido en Ucrania y criado en Polonia, consiguió en 1884 la nacionalidad británica, y fue el inglés el idioma que eligió para escribir sus obras, destacando entre ellas “Lord Jim” y la que hoy tengo el gusto de comentar: “El corazón de las tinieblas”.
                        Conservo dos ediciones de ella: una de la Editorial Valdemar, que comprende, además, los relatos “Juventud” y “En las últimas”, y otra de la Editorial Mondadori, con unas escalofriantes ilustraciones de Tià Zanoguera.
                        Para comprender un poco esta singular obra hemos de leer antes la contraportada de Valdemar: “Como narrador, Joseph Conrad sintió la necesidad de transmitir toda la poesía de un  mundo que se desvanecía, el mundo de la navegación clásica, de los veleros y la aventura, de las últimas grandes exploraciones, del color local que podía hallarse en aquellos rincones donde no había llegado ningún explorador blanco a “fisgar”; y todo eso quiso hacerlo sin ocultar que ese mundo, todo el mundo, era brutal y despiadado, que estaba sometido a las leyes inflexibles del mercado, al prosaísmo del rendimiento del capital, a la arbitrariedad despótica de los poderes locales y los imperios. De este conflicto nace una de las reflexiones más ricas sobre la condición humana, sobre sus límites y aspiraciones”.
                        Por su parte, la contraportada de Mondadori nos acerca más al argumento de la novela: “”El corazón de las tinieblas” cuenta el viaje que Marlow hace a través del río Congo en busca de Kurtz, el jefe de la explotación de marfil que, al parecer, ha cruzado la línea de sombra que separa el bien del mal y se ha entregado con placer a las más terribles atrocidades. Reflejo de las desastrosas consecuencias del imperialismo y de las posibilidades del mal, “El corazón de las tinieblas” se ha leído a veces como un texto casi profético de los horrores del Siglo XX”.
                        Destaco, de igual modo, los prólogos de cada una de las Editoriales citadas. Porque soy de la opinión que toda obra que contemple un buen prólogo es una buena lectura. El de Valdemar es un extenso estudio llevado a cabo por Dámaso López García. El de Mondadori de Juan Gabriel Vásquez, más escueto, pero no por ello menos clarificador de la obra de Conrad. Vásquez nos dice, entre otras cosas, lo que sigue: “No. “El corazón de las tinieblas” no es una novela política, aunque sea política en algunos de sus múltiples e inagotables niveles de lectura. Mucho menos es una novela de pretensiones realistas, y eso lo entendió muy bien Francis Ford Coppola cuando creó, basándose en ella, esa vasta fantasmagoría fílmica que es “Apocalypse Now””. Por su parte, Dámaso López nos dice lo que sigue: “Aproximarse a “El corazón de las tinieblas” no es asunto fácil, en buena medida porque es uno de esos relatos fieles a un principio de construcción engañosamente sencillo que, sin embargo, saben albergar lo que es central en las preocupaciones del hombre contemporáneo; en este relato la búsqueda escrupulosa en el territorio más íntimo de lo que constituye la humanidad ofrece como resultado, de forma paradójica, que la humanidad funda sus pretensiones en una mentira, o en la ausencia más completa de sentimientos humanos”.
                        Relato denso, oscuro, como su propio nombre indica, con una prosa estupenda, repleta de excelentes adjetivos, como a mí me agrada; un libro que no dejará indiferente a quien lo lea. Conrad aprendió el inglés con veinte años, pero tomó buena conciencia, a mi juicio, de lo que la palabra “Darkness” significa, porque las tinieblas del viaje de Marlow no sólo lo son a los confines del río Congo, sino, como bien apuntan los prologuistas citados, a la esencia más ruin de la condición humana.

Juan Pedro Ruiz.

viernes, 10 de febrero de 2012

ME SIGO MOJANDO...

La escuela es un lugar donde uno aprende sobre la totalidad de la vida. Si bien la excelencia académica es absolutamente necesaria, una escuela implica mucho más: es un lugar donde maestro y alumno exploran juntos no sólo el mundo exterior que les rodea, el mundo del conocimiento sino también su propio pensamiento y conducta. 
J. Krishnamurti

Casualmente leía este día, en el número 416 de la revista Cuadernos de Pedagogía, una entrevista al filólogo libertario ( ¿se puede ser algo mejor?) Agustín García Calvo.
Entre otras cosas, se implicó como muchos en las actividades del 15-M en la plaza del Sol madrileña. Pero lo que quiero comentar son sus palabras sobre la escuela, la educación y los niños.
Comenta Agustín Calvo que según la filosofía de las escuelas Krishnamurti la condición para que un niño aprenda es QUE SEA FELIZ EN LA ESCUELA. Lo cual se entendería como que el niño se viera libre de exámenes, de amenazas, de castigos, de premios, de todo aquello que parece inseparable en las escuelas que todos conocemos.
En consecuencia, dice, una buena escuela en el estado del bienestar, en el que estamos anclados, es imposible.
Aquí os dejo esta reflexión para que deis vuestra opinión.
De momento os adelanto que yo estoy totalmente de acuerdo.

jueves, 9 de febrero de 2012

YO ME MOJO (II)

El supremo condena a Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación por las escuchas del caso Gürtel.
Pues que se prepare... Por intentar investigar en los asesinatos del franquismo igual le dan una cuneta pa que averigüe.

Que sepáis que NO ESTOY DE ACUERDO.
Os pongo, además, la carta que ha publicado su hija, que tampoco está de acuerdo.

CARTA DE LA HIJA DE BALTASAR GARZÓN

"Esta carta está dirigida a todos aquellos que hoy brindarán con champán por la inhabilitación de Baltasar Garzón.
A ustedes, que durante años han vertido insultos y mentiras; a ustedes, que por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo.
A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca derramaremos una sola lágrima por su culpa. No les daremos ese gusto.
Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe en esta sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias; por acuerdos de pasillo.
Una Justicia que respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las represalias. Una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer, a pesar de que ahora haya sido mermada. Un paso atrás que ustedes achacan a Baltasar pero que no es más que el reflejo de su propia condición.
Pero sobre todo, les deseo que este golpe, que ustedes han voceado desde hace años, no se vuelva en contra de nuestra sociedad, por las graves consecuencias que la jurisprudencia sembrada pueda tener.
Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SÍ está tranquila.
Madríd, 9 de febrero de 2012
María Garzón Molina"

domingo, 5 de febrero de 2012

LA VISTA ES LA QUE TRABAJA

Tras la visión de este vídeo podemos hacernos cargo de lo fácil que es engañarnos.
Y no sólo en el cine, ¿eh?

sábado, 4 de febrero de 2012

CHISTECILLO DEL MOISÉS

Una pareja de recién casados va a pasar la luna de miel a Pakistán. Allí,mientras pasean por el mercado, oyen a un vendedor de Sandalias que parece escapado de las Mil y una Noches.
- Bengan, baisanos, bengan a mi humilde diendita, aquí bodrán combrar algo fabuloso -los incita.
El joven matrimonio entra y allí el vendedor les muestra un Par de sandalias a las que les atribuye poder mágico.
'Con ellas, bodrán hacer el amor salvajemente, como gamellos enfurecidos' les dice. 
La mujer se tienta por el comentario del vendedor, pero el hombre, atlético y viril, dice que no las necesita
-'Bruébalas, baisano, no te arrebentirás'- insiste el vendedor. 
Como su mujer esta cada vez más interesada, el hombre termina por acceder (como le ocurre a todos los hombres). Y de repente..apenas se las ha calzado......, ¡¡una mirada feroz se dibuja en su rostro!!.. ¡¡unas ansias incontenibles!!... ¡una furia que su esposa jamás había visto! Veloz como una fiera en celo, el joven marido agarra al vendedor paquistaní por las nalgas, le baja los pantalones y se arroja sobre él para violarlo.
-'¡¡¡Bará, bará, bará, gabrón!!!'- grita desesperado el vendedor con lágrimas en los ojos:
 -'¡¡Te las busiste al revés, hijo de buta!!

martes, 31 de enero de 2012

EL PODER DEL PERDÓN (Actualpsico)

Hoy en Actualpsico podemos leer un artículo que firma Azucena Arévalo Navas. Su título lo dice todo, pero además os voy a añadir otra frase del mismo:

“¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona”.
Bien, ya sabemos que en esta vida no hay nada absoluto, pero no está mal para empezar el día.
Podéis leerlo en:


lunes, 30 de enero de 2012

EL ATORMENTADO JONATHAN SWIFT

Esta sorprendente visión del libro de Jonathan Swift, Los Viajes de Gulliver, me lleva a ver a Juan Pe como investigador literario. No me desagrada la idea, me parece que nos puede dar grandes momentos con sus descubrimientos.

No hace mucho, creo que una tarde de frío insoportable, busqué refugio en la Biblioteca de Vapor Badia, a ver qué me encontraba entre los estantes alfabetizados de grandes obras del saber. Paseaba por la letra S cuando recabé en Jonathan Swift y, en particular, en una edición de la Editorial Anaya de su famosísimo “Los Viajes de Gulliver”. Siempre pensé (supongo que la gran mayoría) que este libro era un cuento infantil, sin más. Pero en la edición que tenía en las manos se incluía como “Tus libros satíricos”… Leí la contraportada y, obviamente, no dudé un momento en llevármelo. Decía así: “Las luengas peregrinaciones hacen a los hombres discretos, dijo Cervantes, y lo comprobó el capitán Lemuel Gulliver tras visitar a los diminutos habitantes de Liliput, a los gigantes de Brobdingnag, a los disparatados científicos que viven en las nubes de Laputa, y a los mesurados caballos del país de los Houyhnhnms. Gulliver advierte que el mismo ser, magnífico al lado de uno más pequeño, es ridículo al lado de otro más grande; que el ser humano, tan orgulloso de su superioridad moral, puede resultar despreciable –“una repugnante sabandija”- comparado con seres realmente virtuosos. La dura realidad de la conducta humana impide leer esta sátira genial sin estremecerse”.
            Lo he leído con fruición y perplejidad. Sí, porque es ciertamente una sátira impresionante contra la sociedad de su tiempo, enmascarada en situaciones que nos pueden parecer infantiles.
            El libro se divide en cuatro partes. Sin duda, las dos últimas (y, en particular, la última de todas) son las más mordaces, y denotan el singular “asco”, por decirlo de algún modo, que Swift sentía por la sociedad en general. Intentaré resumirlas:
            En la primera parte (tal vez la más conocida), Gulliver viaja a Liliput, donde viven seres enanos que lo apresan con cuerdas y le lanzan flechas envenenadas. Gulliver les ayuda en su lucha contra la población vecina, Blefuscu, robando la flota de éstos gracias a su descomunal altura. Sin embargo, pese a esa heroicidad, es acusado de traición y, antes de ser cegado, escapa hasta que consigue ser rescatado por un buque que lo lleva de vuelta a Inglaterra.
            En la segunda parte, es Gulliver el enano, toda vez que los pobladores de Brobdingnag son seres gigantescos. En este singular lugar es exhibido por su primer amo, un agricultor que lo encuentra en sus campos, hasta que la Reina lo adquiere. En sus conversaciones con el Rey salen a relucir el desprecio de estos gigantes por los europeos. Un águila atrapa el pequeño artilugio que le han preparado para desplazarlo de un lugar a otro, cayendo al mar, de donde es salvado por un barco que lo vuelve a llevar a su patria.
            En la tercera parte viaja a diversos territorios, pero me quedo con su viaje a Glubbdubdrib. Allí conocerá a los “Struldbrugs”, que son seres inmortales. Gulliver se asombra de lo que para él puede ser un don de la naturaleza… pero bien al contrario; son ancianos que no recuerdan nada de lo que apenas han hecho o hablado, con una vida eterna, sí, pero miserable.
            El último viaje es el más interesante. Llega al país de los Houyhnhnms, que son caballos que gobiernan a los humanos que allí habitan, seres repugnantes llamados “Yahoos”. Aquí es donde Swift se explaya hasta la extenuación en sus coléricas burlas hacia el ser humano, lanzando dardos envenenados en todo el relato. Una muestra, en el Capítulo 6º: “Pero a fin de alimentar el lujo y la intemperancia de los machos y la vanidad de las hembras, enviamos la mayor parte de nuestro artículos de necesidad a otros países, de los cuales obtenemos a cambio vehículos de enfermedades, insania y vicio para nuestro consumo”.  Gulliver adora a los Houyhnhnms y su forma de vida; tanto que, cuando vuelve a su hogar, rehúsa vivir con su mujer e hijos (a los que considera unos “Yahoos”), y pasa la mayor parte del día con unos caballos que adquiere y acondiciona en una cuadra.
            Mi amado Borges, en uno de sus ensayos, llamado “Historia de los ecos de un hombre”, hace una breve referencia a este espléndido libro y a su desdichado autor, cuando dice: “De inteligencia glacial y de odio glacial había vivido Swift, pero siempre lo fascinó la idiotez, tal vez porque sabía que en el confín la locura estaba esperándolo. En la tercera parte de “Gulliver” imaginó con minucioso aborrecimiento una estirpe de hombres decrépitos e inmortales, entregados a débiles apetitos que no pueden satisfacer, incapaces de conversar con sus semejantes, porque el curso del tiempo ha modificado el lenguaje, y de leer, porque la memoria no les alcanza de un renglón a otro. Cabe sospechar que Swift imaginó ese horror porque lo temía, o acaso para conjurarlo mágicamente. (…) La sordera, el vértigo, el temor de la locura y finalmente la idiotez, agravaron y fueron profundizando la melancolía de Swift. Empezó a perder la memoria. No quería usar anteojos, no podía leer y ya era incapaz de escribir. Suplicaba todos los días a Dios que le enviara la muerte. Y una tarde, viejo y loco y ya moribundo, le oyeron repetir, no sabemos si con resignación, con desesperación, o como quien se afirma y se ancla en su íntima esencia invulnerable: “Soy lo que soy, soy lo que soy”.”
             
Juan Pe Ruiz.

sábado, 28 de enero de 2012

SIN PALABRAS

Me lo manda Oriol:
Sin palabras...



Sin palabras.