jueves, 15 de julio de 2010

¿HACIA DONDE VAMOS? (Por Artur García)

Mi buen amigo Artur (antes Arturo) me manda esta vivencia, que, como todas las suyas está llena de sinceridad y sencillez. Ánimo, Artur, estamos contigo.


El sábado 5 Junio me pasó algo que me ha hecho recapacitar. Tuve una discusión de tráfico por una plaza de aparcamiento, no sé si con razón o no.  Me bajé del coche para recriminar a un chaval joven (de unos 28 0 30 años) que la plaza que había ocupado la estaba esperando yo para cogerla. En ningún momento le falté al respeto ni le dije una palabra mas alta que otra, simplemente le comenté que se había colado,  cuando él me había visto esperando con el intermitente puesto.
Lo que ocurrió después me ha tenido todo el fin de semana ocupado y alterado ya que sin comérmelo ni bebérmelo me tuve que tragar un sin fin de improperios, desde “pijo de mierda que te crees que por tener el coche que tienes te da derecho a ocupar las plaza de parking que tú quieras” hasta “ no me sigas tocando los cojones por que te voy a machacar vivo” , el “sumum” vino cuando de dentro del coche se bajó otro chaval joven y dirigiéndose a mi en plan chulesco me dijo “ mi compañero te ha avisado pero yo no, como digas una palabra mas me lío a hostias contigo”.
Tengo experiencia en estos casos ya he pasado por dos juzgados por no saber controlarme y en los dos casos nos han declarado culpables a los dos,  teniendo que pagar los daños y  costas a medias, por lo de (dos no se pelean si uno no quiere), eso hizo que me dejara humillar por esos dos niñatos que les faltaba un mucho de vergüenza y les sobraba un mucho de agresividad,  la verdad es que prefiero comerme el orgullo y pensar que me he ahorrado un disgusto y unos eurillos.
Todo esto viene a cuento por que me he dado cuenta que vamos por mal camino que todo lo arreglamos a hostias y que me parece mentira que en el siglo XXI no seamos capaces de solucionar las cosas hablando, no puede ser que la agresividad empiece donde debería empezar el diálogo, tampoco puede ser que hoy en día  y, en general, usemos la agresividad como vía de escape a nuestras frustraciones.
Creo que nos queda una labor muy dura a padres y educadores en general,  ya que si por una parte no somos capaces de hacer ver a nuestros hijos que hostiarse es la última opción y por otra la mayoría de lo que nos ofrecen los medios de comunicación está relacionado con la violencia, ¡¡pues ya me diréis¡¡, no quiero pecar de pesimista pero las “pelis” americanas de pandilleros asesinos y marginados se van a quedar muy cortas.
A ver si va a tener razón WINSTON CHURCHIL cuando dijo:
A quienes no conocen otro lenguaje que la violencia, hay que hablarles en su propia lengua.

3 comentarios:

  1. Estoy contigo, Artur. Yo tuve una discusión con otro niñato un día y éste, sin más, se salió del coche con una barra de hierro. Como tú, me tragué el orgullo y tuve que rebajarme para pacificar al "Rambo" callejero. Entre otras cosas, yo iba con mi hijo de 12 años, cosa que no supuso reparo alguno para el gallito chulón. Lastimoso, como bien dices.

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  2. Hola estimados contertulios. No estoy deacuerdo con vosotros. Soy policia y cada día trato con episodios parecidos a los que habéis narrado aquí, así como con violencia hacia las mujeres, marginación, despariciones, muertes violentas, accidentes, robos o estafas que dejan a familias enteras sin recursos...y sólo veo una cosa, sólo veo el orden con el que nos movemos cada día,veo que todo fluye con normalidad y que las experiencias i/o los protagonistas a los que hacéis referencia son pocos en comparación con los muchos que cada día vivimos nuestras vidas.

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  3. Manuel el de erBlons19 de julio de 2010, 13:45

    Estoy de acuerdo con Dani en que son pocos los que hacen mal, en comparación con los que queremos vivir en paz y armonía. Pero es que los "malos" hacen mucho ruido y dan, cada día, más miedo.

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