jueves, 3 de mayo de 2012

NO HAY QUE INSULTAR...


No voy a llamar sinvergüenzas, porque no hay que llamarles sinvergüenzas, a los banqueros del BCE que han venido a Barcelona a oír al Artur Mas decir mentiras en inglés.
No voy a protestar enérgicamente ni me voy a acordar de sus respectivas madres por la inmensa morterá que se han gastado en seguridad, estancia y pelotazos.
Pero, ¿cómo pueden ser tan sinvergüenzas de exhibirse con todo ese boato mientras se recorta al pueblo todo lo más básico?
Es que me enciendo, es que me subo por las paredes, es que me indigno y tengo malos pensamientos (je,je). ¡Qué morro tienen!
Insisto, no voy a llamar mamarrachos a los mercaderes del Banco Central Europeo y a sus mamaculos. No hay que insultar a nadie. Bueno, sí…
Suerte que ya se han ido. Ojalá no vuelvan nunca.
Del innombrable no voy a decir nada, hoy.

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