lunes, 21 de diciembre de 2009

LOVECRAFT Y LOS MITOS DE CTHULHU (Por Juan Pe Ruiz)


No quiere nuestro amigo y colaborador, J.P.Ruiz, que acabe el año sin publicar un último ensayo sobre un autor, que en este caso es uno de los escritores más influyentes del S. XX en el género de Ciencia Ficción.
Como siempre, Juan Pe, acertadísimo y fino en su comentario. Ardo en deseos de ver con qué nos sorprenderá en 2010 (tempus fugit, me cago en la contribución).




Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) es el gran renovador de la literatura de terror en el Siglo XX, al crear los llamados “Mitos de Cthulhu”,  un terror  de criaturas y lugares inspirados en la ciencia ficción.
Rafael Llopis, en una introducción a una edición de Alianza Editorial de “Los Mitos de Chtulhu, narraciones de horror cósmico”,  nos remite a George W. Wetzel, el cual dice al respecto que “detrás de la formación de los mitos de Cthulhu había una profunda motivación psicológica. Al descubrir Lovecraft que la religión era un absurdo, quedó en él un vacío que intentó llenar con un mundo místico imaginario”.  Llopis continúa diciendo:  “La novela gótica inglesa –Ann Radcliffe, Matthew G. Lewis- había cambiado de estilo arquitectónico al trasplantarse a los Estados Unidos. En América no había castillos góticos ni ruinas medievales. Las únicas ruinas eran las de su pasado colonial. Y los cuentos de miedo americano –Brockden Brown, Hawthorne, Poe- tomaron por escenario esos caserones llenos de columnas, de escalinatas, de tejadillos y de porches que había dejado tras de sí la dominación inglesa.  “Mis terrores no son de Alemania –decía Poe-, sino del alma””.
Al comienzo de su obra se aprecia la influencia de un tal Lord Dunsany, y, en particular, su libro: “Cuentos de un soñador”. Pronto descubrió a Algernon Blackwood, el cual, con solo dos relatos: “El Wendigo” y “Los Sauces”, cambió la estructura narrativa de Lovecraft y de ahí surgieron los iniciales y sublimes “Dagon”, “El Caos reptante”, “La Tumba” y, por encima de todos, “Arthur Jermyn”. Con los años aparecieron en su luz los maestros del terror: el susodicho Poe, Arthur Machen, William Hope Hodgson, R.W Chambers, Ambrose Bierce, que configuraron el génesis de los llamados “Mitos de Chtulhu”. Siguiendo a Rafael Llopis:  “De “La casa en el confín de la tierra”, de Hodgson,   tomó la existencia de larvas espirituales en dimensiones paralelas y de puertas místicas que permiten su acceso y, sobre todo, el horror cósmico,  el frío infinito de los espacios interestelares.” Llopis también afirma que “del “Gordon Pym” de Poe tomó ese mismo sentimiento de horror cósmico”.   Junto con el llamado “Círculo de Lovecraft”,  inventó libros inexistentes para sus relatos: “El libro de Eivon”, “De Vermis Mysteriis”, “El Necronomicón”, etc... Inventó ciudades: Arkham, Innsmouth, Dunwich, donde localizar sus horrores. Incluso después de muerto, su íntimo amigo August Derleth editó numerosos relatos del maestro en solitario y de sus colaboraciones con él.
Un genio, sin duda. Para no cansaros más, os recomiendo, sobre todo, la lectura de estos “mitos”: “La llamada de Cthulhu”, “El horror de Dunwich”, “La sombra sobre Innsmouth”, “El morador de las tinieblas” y “El susurrador en la oscuridad”. Pero no dejéis de leer a sus circundantes, el propio Derleth, Clark Asthon Smith o Robert Block... son todos impresionantes.
Murió joven, de un cáncer intestinal, pero su legado es ciertamente “cósmico”, para no desviarme de su concepción del terror, del miedo y de la angustia que tan excelentemente supo plasmar en sus “cthulugenas” páginas... y permítanme esta inventiva, al menos en su honor.

Juan Pe Ruiz

2 comentarios:

  1. Olvida mencionar El caso de Charles Dexter Ward, que es el que he leído yo ;-)
    La novela da bastante mal rollo, pero se queda uno con el regustillo haber leído algo nuevo y con ganas de visitar Maine y Massachusetts

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  2. Es cierto, como tampoco hablo de "En las montañas de la locura". Me he centrado más en los relatos propios de los mitos de Chtulhu, más breves que sus novelas, como esa de Charles Dexter Ward; pero gracias por el comentario, siempre gratifican el trabajo hecho. saludos. Juan Pe Ruiz.

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