viernes, 13 de noviembre de 2009

LO QUE DECIMOS...


Me tomo la libertad de "re-citar" un párrafo de un libro que todavía no he leído, pero por lo que dicen en ACTUALPSICO, es muy interesante. Y debe serlo sólo por lo que dice en el párrafo.
Se refiere a lo ya comentado en otras ocasiones en Erblons. Nos olvidamos de lo que realmente importa y nos entregamos a la vorágine de la vida diaria sin conseguir sentirnos satisfechos. Todos lo tenemos claro, pero no tenemos carallos para hacerlo. En realidad se trata de pequeñas cosas que vamos olvidando, dejando en segundo, tercer plano, para, inconscientemente, necesitarlas.
El libro al que pertenece la cita tiene un título sugerente: El narcisismo. La enfermedad de nuestro tiempo. Su autor, Alexander Lowen. La editorial, Paidós
LEED con detenimiento la cita y veréis como es eso lo que necesitamos hacer.

Es importante no dejarse atrapar en el narcisismo de la sociedad, que identifica la realización personal con el éxito en el mundo profesional. En este último caso, el ego obtiene satisfacción, pero así no se llenan las necesidades del cuerpo, y sólo se pueden satisfacer en el plano corporal. Se trata de respirar plena y profundamente, de comer con franco apetito, de dormir cuando uno está cansado y de hacer el amor con deseo apasionado. ¿Qué tiene de bueno el éxito y la fama si uno está enfermo y se siente desgraciado? Una vez tuve un paciente que era un escritor de éxito. Estaba tan deprimido, que cuando se levantaba por la mañana su único deseo era morir. Uno está más satisfecho cuando se siente más vivo, cuando vibra de vitalidad. La satisfacción está en el uso pleno de todas nuestras facultades. Es narcisista pensar que usar la mente es lo único que puede satisfacernos. No disfrutar de utilizar las piernas para andar, los brazos para abrazar, los ojos para ver, los labios para besar, es privación, no satisfacción. [...]

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