Me manda mi amigo Juan Pe este escrito lleno de sentimiento. Yo diría que lleno de Juan Pe, porque conforme lo voy conociendo, lo voy queriendo y respetando más.
En un mundo lleno de personas como tú, seguramente reinaría esa paz que tanto anhelamos. Adelante, Juan Pe...
Se me corta de repente el desayuno. La televisión anuncia la muerte de Antonio Puerta, el presunto agresor de Jesús Neira, probablemente por una sobredosis… Dejo de comer, nada me apetece. He sentido un estremecimiento mortecino en la piel. Como exdrogadicto, todo un mundo de sentimientos y pesares ha acudido a mi mente. Y pienso, en la agonía de ese cuarto de baño donde lo han encontrado, si fue un descuido o tal vez una intención… Y me queda un vacío amargo como la hiel cuando me acuerdo de mis tardes en Proyecto Hombre, conversando, abrazando, emocionándome con chicos y chicas que sufren la peor lacra que existe en el mundo. Su actitud fue reprochable, sin duda, pero ningún ser humano merece ser objeto de la guadaña de la droga. Y este hombre, con 46 años, ha seguido uno de los tres caminos en los que se bifurca la drogadicción: la cárcel, el manicomio, el cementerio. Sea como fuere, descanse en paz.
Y a continuación, un sueño. Me emociono de igual modo con el rescate de los mineros en Chile. Y he recordado un anuncio de bebidas en el que aparecía una radio en la que participaban personas discapacitadas… perdonad que no recuerde su nombre. Uno de ellos, con esa sencillez que les caracteriza, decía: “el ser humano es extraordinario”. Viendo esto de Chile queda poco por decir: el tesón, la humanidad, los sentimientos…
Hoy, pues, un estremecimiento de terror y un sueño de colores azul, blanco y rojo, con una estrellita en un lateral: la bandera de Chile.
Juan Pe Ruiz.
Gracias, amigo Manuel. Esas palabras tuyas del encabezamiento me hacen emocionarme ya a estas horas de la mañana, pero te lo agradezco de corazón. No soy más que nadie, tan sólo alguien cuyo máximo deseo es que muchos jóvenes puedan salir de ese pozo como un día lo hice yo. Y tú, con esas palabras, me haces la mejor de las terapias... siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarJuan Pe, el tránsito por la vida está lleno de experiencias. Malas o buenas, todas nos enriquecen de alguna forma. Creo que lo importante es el no olvidarlas. Besos. Rosa Mª.
ResponderEliminarSí, pero, ¿por qué será que tardamos menos en olvidar las experiencias buenas que las malas?
ResponderEliminarMª Rosa
Ambas Rosas tenéis razón: Rosa Mª en cuanto a que lo importante es el no olvidarlas, porque a veces te relajas y puedes caer en el mismo error cometido; Mª Rosa en cuanto a que las experiencias buenas se olvidan fácilmente... creo que las malas te dan bocaditos en el estómago para que no se te olviden. Abrazos a estas Rosas. Juan Pe.
ResponderEliminarHola Juan Pe. Respecto a la radio decirte que se trata de radio La Colifata de los internos y ex internos del Hospital "Jose T. Borda". La canción del anuncio es de El canto del loco (sin duda el nombre del grupo le va como anillo al dedo). Y en segundo lugar agradecerte tus palabras llenas de sinceridad y valentía.
ResponderEliminarGracias, Daniel, por tu aclaración sobre el nombre de la radio y por tus palabras en especial,que se me hacen sinceras y de corazón... un fuerte abrazo.
ResponderEliminarArturo dijo.
ResponderEliminarEmocionantes tus palabras, como siempre,se refleja la angustia de haber vivido algo similar, lo triste es que en el caso de chile se haga todo esto por aparecer en primera plana de las noticias y no por por el valor de las personas, en general todas las minas de chile estan con muchas posibilidades que vuelva a pasar algo parecido
Estoy de acuerdo. Lo triste será que ahora se olvide, de nuevo, a los mineros y no se atienda a sus reclamaciones. Nos gusta el espectáculo; la realidad, la ignoramos.
ResponderEliminarManel
Ya os lo conté yo en "la sociedad del espectáculo" y mira que lo escribí hace muchos años...
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