jueves, 16 de diciembre de 2010

REDACCIÓN

MARTA DOMÍNGUEZ

Marta Domínguez es, sin ánimo de faltar, el fruto del MAMONEO. 
Me explico: yo no sé si es culpable o inocente de lo que se le acusa, pero, de todo esto y mucho más que pasará, es culpable el ansia. Sí, el ansia por mandar, por tener el poder, por decidir lo que es mejor y peor para los demás. El ansia por estar en la cumbre, por mirar a los demás desde arriba, por salir en la foto, por no perdernos ningún piscolabis: MAMONEO
 Porque en este país hay unos cuantos muy listos y los demás somos tontos y, claro cuando los listos descubren que dopándose se mejoran marcas y nadie dice nada y no pasa nada, pues se van creciendo y van enredando a muchos otros en la red. Los que se niegan a entrar en el juego son los tontos, los que no van a llegar a ninguna parte, los que se pierden las concentraciones, los viajes, los campeonatos, los que nunca llegan porque no tienen nivel. Eso sí, los tontos no entran en ese lóbrego mundo de la droga y pueden mirar a los demás a los ojos.
Los listos, están asociados con los mandamases, Marta Domínguez, vicepresidenta de una Federación de Atletismo en la que manda Odriozola. Odriozola es un mandamás que lleva 30 años en la poltrona. Si el poder pudre, imaginaos cómo estará el menda.
Suerte que los atletas de verdad, los que salen cada día a competir consigo mismos o a correr CON los amigos, no tienen nada que ver con todo esto que ha dado en llamarse deporte de nivel.
Hace días que quería hablar de esto. Me he acordado de las miles de mujeres que participaron en la Cursa de la Dona, por el mero hecho de participar. Cómo se las veía al acabar SU carrera, pletóricas, llenas de orgullo por haber participado. Realmente eran felices de participar.
Ése es el alma del deporte. Lo demás, ya os lo digo: MAMONEO.

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